El Quispe Cóndor.

Cuántos de nosotros siendo niños hemos agitado los brazos al viento simulando bailar  como el Quispe, Quishpe o Quishpi Cóndor?, cuántos de nosotros hemos corrido simulando llevar una caja  (tamborcillo) y  retumbando…  turundun turundun…hasta quedarnos exhaustos?. El Quispe Cóndor  tiene una historia lata e inmemorial, es una reminiscencia del encuentro de dos culturas e incluso éste existía antes que los primeros  tres españoles  Martín Bueno, Pedro Martín de Moguer y el notario  Vásco Juan Zarate atravesaran  en su viaje al Cusco por mandato de Pizarro en 1533 Conchucos, pues hay que recordar que  el Capac Ñam  o Camino Inca, pasa por Conchucos y hay tantos y hermosos vestigios de él y hemos sido privilegiados al contemplarlo hasta ahora. El Cóndor Andino es y ha sido parte de nuestra historia, lo encontramos  esculpido  en el cetro de la divinidad Viracocha  en la Portada del Sol, en las pinturas rupestres de Toro Muerto, en Arequipa y en cuanto arte textil prehispánico.  La referencia iconográfica más temprana del nuestro Quispe Cóndor aparece a finales del siglo XVIII  en la obra del Obispo  de Trujillo don Baltazar Jaime Martínez  de Compañón y Bujanda  denominada “la danza de los Cóndores” que fueron hechos durante sus viajes por Huamachuco  y nuestra tierra. Para los Incas el Cóndor era el “Mensajero de los Dioses” que voló hacia el  superior del mundo religioso (el Hanan Pacha) para luego llevar las plegarias a los dioses. Es la unión entre el Hana Pacha  con el Kay Pacha. Para ellos la imagen del Cóndor  como un dios mensajero  del “mundo de arriba” es explicable en el sentido  en que “en el cielo se cruza con el rayo”, el ave vive en el aire, cruza el espacio, corta los vientos y asciende a las más altas cumbres. Ello es el precedente de la manifestación cultural que sobrevivió al tiempo y para felicidad nuestra aún goza de buena salud en nuestra tierra.
Pero El Quispe Cóndor  tiene delimitaciones y es una expresión cultural en casi en toda nuestra provincia, así como en la Región de la Libertad; por ejemplo, en Santiago de Chuco los profesores  Santiago Wilder Díaz Ruiz Y Víctor José Rodríguez Tapia  sustentaron su tesis  aseverando  que un señor de apellido Quispe se enamoró de la hija de rey y al enterarse éste mando un brujo a hechizar a Quispe quien se convirtió en cóndor. Otro profesor de Santiago de Chuco Washington Paredes Ayala afirma refiriéndose al mismo personaje señalado por los anteriormente mencionados que, el señor Quispe tenía un pacto con el diablo y tenía que subir al cerro Guapongo, antes que el lucero del alba salga, al no conseguirlo, el diablo lo convirtió en cóndor. Este relato, nos va acercando al Quispe, Quishpe o Quishpi conchucano.
En nuestro Ancashino Departamento, específicamente en Pomabamba, la primera descripción de esta danza nos la da Eudoxio Ortega  allá  por  el año 1956,  describiendo a esta danza “en la que baila una sola persona con su vestimenta aborigen. Sobre su sombrero lleva adherido  el cuello y la cabeza del cóndor, se desplaza haciendo zigzags, levantando el brazo y bajando el otro, imitando el vuelo del cóndor; lo acompaña el cajero con su pinkullo, tocando la tonadilla que dice: Kispi - Cóndor (huye cóndor), wayra chaqui (pies como el viento)”
A medida que vamos recorriendo  en el espacio tiempo de los pueblos que circundan al nuestro, vamos encontrando diversas escenografías en las que se  describe  esta hermosa danza y vamos acercándonos a nuestro Quispe o Quishpe Condór, aquel que cuando niños emulábamos  en las calles empedradas y polvorientas de la tierra nuestra al compas del turudum, turundum, turundum tururururururu.
Heinrich Witt en su Diario, 1824 – 1890, Un Testimonio Personal sobre el Perú del Siglo XIX – Vol. II;  nos describe su paso por Pallasca, hecho que se produjo el  mes de Junio del año 1842 y nos cita “…había cinco hombres que corrían arriba y abajo por diversas calles;  el verdadero significado de ésta acción nadie lo sabe. El actor principal de éstos, llamado Quispe Cóndor, llevaba un vestido de mujer y una enagua, una pequeña roja en la Cabeza, un plumaje de aves amarrado a la espalda y un pañuelo en cada mano. Otros vestían pantalones cortos de color azul y ponchos del mismo color, máscaras y gorros en punta; un cuarto llevaba un largo látigo y el quinto tocaba un tambor.” . En Pallasca en la actualidad se sigue manteniendo esta danza añeja e igual que en los demás pueblos, el ritual es el mismo, el Quispe tiene que madrugar, ganarle al lucero de la mañana, sino lo hace, muere igual que los brujos que lo acompañan.
En éste punto y antes de pasar  a describir la historia de nuestro Quispe Cóndor, merece una mención aparte que desde diversas fuentes  encontradas, nuestro pueblo fue fundado  por los españoles a consecuencia de los ricos minerales que lo rodeaban  y los lavaderos de oro de sus ríos. El nombre de Conchucos es anterior a la conquista española y probablemente su fundación estaba sustentada sobre la base  de una Pachaca, que también es el armazón que da origen al Cabildo de Indios Colonial. Guamán Poma de Ayala nos varios significados de Pachaca: Lugar. Mundo o universo del ciclo vital, pero también nos dice que; el mes de  Marzo  se llamaba pacha pukuy, pacha es “mundo” y pukuy es “harto”, interpretándose que el mes de marzo es en el que más llueve y es el mes de abundancia porque aparecen las mieces tiernas. La doctora María Rostorowski traduce pachaca = cien, así lo  describo en “Conchucos así es mi tierra” pero debemos agregar hoy que Pachaca era una unidad de cien tributarios, base primordial de las encomiendas  otorgadas a los españoles, por lo que podemos concluir que las Pachacas constituyeron la mano de obra que sostuvo mediante tributos laborales al encomendero conquistador.
Cieza de León, conquistador que llego al Perú junto con Pedro de la Gasca en una misión de pacificación, cuando pizarristas y almagristas empezaron la primeras guerras civiles, como consecuencia de la división del botin que conquistaron;  refiriéndose a nuestro pueblo y al probable origen de nuestro Quishpe, Quishpi o Quispe Cóndor menciona: “En esta parte de los Conchucos ha habido siempre mineros ricos de metales de oro y plata, delante de ella cantidad de diez y seis leguas esta la provincia de Piscobamba y traen por las cabezas puestas unas pequeñas madejas de lana colorada” , pero también con esta descripción se le identificaba a los Huamachucos y a los Cajamarcas, Pedro Pizarro, quien si llego con Pizarro en 1532 a Cajamarca, era primo de éste  y probablemente el único Pizarro letrado; describe con relación al Quispe de estas zonas: “traían  cavellos largos, y en las cavecas unas madexas de lana colorada alrededor”.
Tenemos la semblanza  de esta representación cultural e histórica  y nos atrevemos a decir que es una representación ancestral que va más atrás de la conquista misma y, en Conchucos la representación del Quishpe, Quishpi o Quispe Cóndor se ha dado en dos tiempos: primigeniamente en la fiesta de San Lorenzo en el mes de Agosto y tal cual se expone en el IV Congreso Nacional de Investigaciones en Antropología  realizado del 1 al 6 de Agosto del año 2005, en ésta el Quispe denota la permanencia andina del personaje incaico mitificado, la labor de embajador, mensajero e intérprete es inherente a éste Quispe, enmarcado en un contexto histórico ajeno. Sin embargo conserva lo tradicional de su indumentaria, consta de pollerines, una blusa, plumas adosadas a la espalda y atadas a los brazos a manera de alas, finalmente sobre la cabeza un tocado de lana rosado, como sus acompañantes aún persisten los brujos con máscaras y alforjas antiguas”  . Cieza de León y Pedro Pizarro ya describían este vestimenta.
Nuestros ojos conchucanos han disfrutado de esta hermosa representación siendo niños en el mes de Septiembre,durante la Fiesta del Señor de la Animas,  en la Plaza de Armas, llena de “chungos”, cuando la hermosa  teatralización  del Monctezuma  se realizaba frente a la casa de la Profesora Consuelo Cardoso, el teatro al aire libre que representaba a la conquista del Imperio Azteca por parte de Hernán Cortéz , disfrutábamos del canto de La Marina, de los negros esclavos gritando y limpiando con su escobilla de crin  los pantalones de los “conquistadores” con ese famoso: “hola si mi patilon” . En este escenario Monctezuma  fue transformado en Atahualpa y Cortez en Pizarro y el QUISPE CONDOR recorría los extremos de la plaza enfrentado con su pecho  al conquistador y protegiendo al inca de la voracidad de éste. Esta espectacular escenificación era representada básicamente por comuneros, los que en otro tiempo fueron  indios tributarios conformantes de una Pachaca y los libretos estuvieron a cargo del Señor Nicanor Contreras, quien murió sin transmitir esos apuntes trascendentales de nuestra historia y en un arranque de amor por su tierra Ovidio Oré Cardoso rescató escarbando en las fuentes orales para traerlo de vuelta y echarla a caminar para emoción nuestra.

Para finalizar éste pretendido intento por dar a conocer a éste amado personaje, debo de  plasmar  los recuerdos de mi querido primo Isaac Lara Gil, quien a sus 81 años nos cuenta que en sus largos años vistiendo Quispes, éstos tenían que hacer una especie de ayuno durante su baile, pues solo podían beber ponche, el mismo que estaba elaborado con cacao, canela y huevos y nos decía que la creencia ancestral se remontaba  nuevamente a que el QUISPE CONDOR tenía que ganar al lucero de la mañana. Del mismo modo si éste se caía bailando frente a la iglesia, era la señal inequívoca que dejaría éste mundo, pues ese era su destino, morir por no haber cumplido con ese ritual andino ancestral de empezar a bailar antes que el lucero empiece a brillar.

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